La bica se trata de un bizcocho mantecado muy típico de la repostería gallega. No tiene la esponjosidad característica de un bizcocho, si no que es mucho más compacta debido a la ausencia de levadura química.
Laza hace referencia a un pueblo que se encuentra al sur de la provincia de Ourense, es conocido por su carnavales y es en estas fechas donde este dulce cobra especial protagonismo, aunque se puede encontrar durante todo el año.
Hay dos recetas de bica, la bica blanca que se hace con claras de huevos y la bica amarilla en la que se utiliza todo el huevo. Yo he optado por hacer la primera. Si no sabéis que hacer con las yemas, la mejor opción es que compréis los botes de claras pasteurizadas que venden en supermercados. Con estos ingredientes sale 1 kg de bica aproximadamente.
Ingredientes
- 9 claras de huevo
- 400 gr de azúcar
- 375 gr de harina
- 375 ml de nata para montar
- Azúcar para espolvorear
Precalentamos el horno a 200º con calor arriba-abajo. Montamos la nata, que esté bien fría. Reservamos.
Batimos las claras a punto de nieve. Cuando estén a medio montar añadimos el azúcar poco a poco y y seguimos batiendo hasta que estén bien firmes.
Ahora añadimos a la mezcla anterior la harina tamizada poco a poco e intentando bajar las claras lo menos posible, con movimientos envolventes en el mismo sentido.
Por último echamos la nata montada también con cuidado, hasta que esté integrada.
Forramos el molde con papel de horno, vertemos la mezcla y espolvoreamos de manera generosa con azúcar. Tiene que quedar una costra
Cambiamos el horno a modo calor sólo abajo y horneamos a 180º durante 10 minutos y 35 minutos más con calor arriba-abajo.
Dejamos 5 minutos en el molde, desmoldamos y esperamos que se enfrie completamente sobre una rejilla. Está mejor de un día para otro.
Qué aproveche!!