- La corteza de un limón
- 125 g de aceite de oliva
- 250 g de harina de repostería
- 100 g de anís dulce
- Azúcar para adornar
En un cuenco que aguante el calor tenemos preparada la harina. Echamos por encima el aceite caliente y removemos con una cuchara de madera. Añadimos el anís y mezclamos todo bien. Amasamos unos minutos hasta conseguir una masa bien integrada. Cortamos piezas de 40 gramos cada una. Hacemos una bola con cada una de ellas. Estiramos cada una haciendo un cordón y la cerramos sobre si misma formando una rosquilla. Presionamos un poco en el punto de cierre. Ponemos los rolletes en una bandeja de horno.
Horneamos a 180 grados durante 35 minutos aproximadamente. Ponemos el azúcar en un tazón y vamos rebozando los rolletes uno por uno, recién salidos del horno, en cuanto los puedas manipular sin quemarte.