- 500 g de harina de fuerza
- 200 g de calabaza hecha puré
- 160-180 g de agua
- 10 g de sal
- 5 g de levadura fresca de panadero (2 g , si es levadura seca)
Mezclamos todos los ingredientes. No añadimos todo el agua de una vez, sino solo la cantidad menor, reftificando si la masa queda muy seca. Dejamos reposar 15 minutos.
Plegamos sobre si misma, dos veces; primero en un sentido y luego en el otro. Reposamos otros 15 minutos. Hacemos esta secuencia de pliegue y reposo un total de cuatro veces, separadas de 15 minutos es decir, 1 hora en total. Tras estos 4 intervalos de pliegue, daremos la masa por amasada.
Metemos la masa en un bol, tapamos y la llevamos a la nevera. Al día siguiente, sacamos la masa de la nevera la damos forma: hacemos una bola bien apretada y dejamos reposar en la bandeja del horno forrada con papel de hornear.
Al cabo de unas 2-3 horas, cuando la masa haya crecido notablemente, calentar el horno a máxima potencia, disponiendo dentro una bandeja metálica donde irá el pan (a media altura) y otra bandeja metálica (sobre la base del horno) que llenamos de agua y nos servirá para crear vapor.
Metemos el pan al horno y vertemos un vaso de agua caliente sobre la bandeja inferior. Cerramos la puerta y apagamos el horno. Tras 15 minutos, retiramos la bandeja con el agua y encendemos el horno a 200 grados. Calor arriba y abajo. Horneamos durante 40 minutos más.
Qué aproveche!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario