Estas rosquillas nada tienen que ver con las convencionales rosquillas de anís de toda la vida. Quedan muy crujientes por fuera y blanditas por dentro. Os aconsejo comerlas antes de 3 días, porque sino, después saben mucho a masa y pierden toda su gracia, por lo tanto son ideales para comerlas recien hechas.
Ingredientes
- 100 gr de leche
- 100 gr de aceite
- Harina, la admira
- 100 gr de anís
- 2 huevos
- Piel de una naranja y limón
- Aceite
- Azúcar glass
Freímos las pelas de la naranja y el limón en los 100 gr de aceite y dejamos reposar. Mezclamos la leche, los huevos, el anís y el azúcar e incorporamos el aceite aromatizado. Ponemos la harina en un cuenco y hacemos un volcán, a continuación volcamos los líquidos y mezclamos bien, vamos agregando harina según pida la masa, hasta que tome consistencia y sea fácil de trabajar. Dejamos reposar 30 minutos en el frigorífico, después damos forma, freímos en abundante aceite caliente y espolvoreamos con azúcar glass.
Qué aproveche!!
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